la constante agonía de avance y retroceso
de nuestros hombres-islas, de nuestras islas-hombres?
Huir no es renacer o cambiar de lugares.
No confundáis jamás huida y cobardía,
huir no será nunca poner tierra por medio.
Porque huir no es marchar hacia otro refugio.
Es lanzarse al vacío, ceder a un arrebato
de pasión que no espera.
Cuando huyen las islas es que algo las espera
para manchar acaso el cristal de sus sienes
y entonces brotan alas en todos los senderos
y hay algo que sublima lo mezquino y lo pobre.
(Ernestina de Champourcin)
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