sábado, 13 de junio de 2015

"Perdóname por ir así buscándote...", de Pedro Salinas

Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan só1o a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eras.


(Pedro Salinas)

lunes, 8 de junio de 2015

"La belleza es sagrario", de Jaime García-Máiquez

Bajo una encina enorme en lo alto de Abantos,
rogué por ver el rostro de Dios, sólo
un instante de luz,
misterio, miedo y fuego, como un rayo.

Más allá del paisaje no vi nada
como podéis imaginaros todos,
pero de pronto un pájaro
se posó entre las ramas y cantó sobre el árbol.


(Jaime García-Máiquez)

domingo, 7 de junio de 2015

"No sé por qué estoy aquí...", de Rafael Antúnez Arce

No sé por qué estoy aquí. Y sin embargo los gestos se entregan a la mirada habitual del tiempo: la preocupación, las prisas, el miedo a quedar bajo la noche. No hay nada extraño. Ni siquiera habitar un espacio tan frágil en una masa esférica del universo.

Las horas, el deseo como un residuo flotando sobre la nada, la voz del hombre convertida en alarido horrible bajo la música.

¿Qué es la música?

En mi sillón se acumulan cenizas, repito cada madrugada, camino sin orientación; las manchas del dolor son profundas.

Sácame de este laberinto que soy, repetida en mí la mecánica celeste. Extrae lo que es tuyo y reúnelo contigo. He comprado unos billetes para casa, pero el autobús no acaba de llegar. Tecleo estas palabras. Tecléame la vida a las nueve en punto. Necesito despertar.


(Rafael Antúnez Arce)