miércoles, 24 de julio de 2013

"Romace sonámbulo", de Federico García Lorca

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.


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Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga. 


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Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
dejadme subir, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.


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Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada. 


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Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento, dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!


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Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche su puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos,
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.



(Federico García Lorca)

martes, 23 de julio de 2013

"Amor de cada instante...", de Ernestina de Champourcin

Amor de cada instante...
duro amor sin delicias: cadena cruz, cilicio,
gloria ausente, esperada,
gozo y tortura a un tiempo;
realidad de los siglos, gracias por ser y estar
en el nunca y el siempre.

Pues, mi ejercicio, ahora, es amarte en la ausencia,
y aferrarme a esta nada porque también es tuya
y beber ese polvo de soledad y vacío
que es Tu don del momento y Tu clara promesa.

Y por eso me obstino contra lo más cercano,
huyendo de lo fácil -metal a flor de agua-,
por Ti también me acojo a lo que nadie sabe.

Y así voy caminando por este desconcierto
oscuro y luminoso, por este amor amargo,
veteado de gloria...



(Ernestina de Champourcin)

lunes, 15 de julio de 2013

"Dos gotas", de Zbigniew Herbert

Los bosques ardían-
y ellos
en sus cuellos enredaban los brazos
como ramos de rosas

la gente corría a los refugios
él decía que su esposa tenía cabellos
en los que uno podía esconderse

cubiertos con una sola manta
musitaban impúdicas palabras
la letanía de los amantes

Si la cosa se ponía fea
saltaban en los ojos del otro
y los cerraban con fuerza

con tanta fuerza que no sintieron el fuego
que alcanzaba sus pestañas

hasta el final fueron audaces
hasta el final fueron fieles
hasta el final fueron parecidos
como dos gotas
detenidas al borde de la cara


(Zbigniew Herbert)

miércoles, 10 de julio de 2013

"A propósito de escopeta" (fragmentos), de Nicanor Parra

Hay que pavimentar la cordillera
pero no con cemento ni con sangre
como supuse en 1970
hay que pavimentarla con violetas
hay que plantar violetas
hay que cubrirlo todo con violetas
humildad
                 igualdad
                                 fraternidad
hay que llenar el mundo de violetas

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Dígase lupanar y no prostíbulo
meretriz en lugar de prostituta
Nuestro Señor
                          en vez de Jesucristo
Vía Láctea -no Río Jordán

la palabra es el hombre
no diga nunca sol
                               diga astro rey
diga Pronunciamiento Militar
y verá cómo le suben los bonos

y si dice golpe lo mirarán de reojo

feo decir bachicha
diga mejor ciudadano italiano
más respetuoso
                             mucho más cristiano

lo que oyen señoras y señores
el que dice corcel en vez de caballo
tiene su porvenir asegurado

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Poesía poesía todo poesía
hacemos poesía
hasta cuando vamos a la sala de baño

palabras textuales del Cristo de Elqui

mear es hacer poesía
tan poesía como tañer el laúd
o cagar o poetizar o tirarse peos

y vamos viendo qué es la poesía

palabras textuales del Profeta de Elqui

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y por favor destruye este papel
la poesía te sigue los pasos
a mí también
                        a todos nosotros


(Nicanor Parra)

viernes, 5 de julio de 2013

"La estalactita", de Lucian Blaga

El silencio es mi sabiduría
y como permanezco inmóvil y sereno,
tal un asceta de piedra,
me parece
que soy un estalactita dentro de una cueva inmensa
con el cielo por bóveda.
Lentas,
lentas,
lentas gotas de luz,
gotas de paz, caen incontenibles
del cielo
y se hacen de piedra dentro de mí.


(Lucian Blaga)

miércoles, 3 de julio de 2013

"Hombre que mira al techo", de Mario Benedetti

siempre hay una jornada fuera de serie
en que uno logra sentirse sereno
pero está lejos de ser una canonjía
ya que la serenidad no es el mejor
de los estados posibles e imposibles

hoy por ejemplo tomo distancia
con respecto a las cosas y a mi mismo
y no por eso echo al olvido
qué joda era qué bueno era
estar adentro del entrevero

después de todo la famosa
serenidad es una isla
autorizada comonó
y legal
aunque rodeada inexorablemente
por emociones clandestinas

todavía me siento un poco incómodo
en mis primicias de sereno
como quien entra en un traje nuevo
que tiene bajas las hombreras

pero el cuerpo y el alma son
animalitos de costumbres
mañana la incomodidad
será menor y en pocos días
me habré habituado a estar sereno

eso me llena a veces de alegría
es claro que se trata de una alegría serena
y en consecuencia uno no sale a dar abrazos
ni pega gritos ni le canta al cielo
a lo sumo archiva caricias y otros prólogos
por estricto orden cronológico

también llega a invadirme el desconsuelo
pero se trata de un sereno desconsuelo
y por lo tanto nadie solloza
ni dice mierda
ni putea

sencillamente como un modesto mago
de rojo circo de domingo
o de feria
tomo los naipes del amor
los barajo con parsimonia
y en las narices del viejo público
que es como hacerlo en mis narices
mágicamente los transformo
en nuevos naipes de amistad

lo único extraño viene a la noche
pues se presume que un sereno
ha de dormir serenamente
pero yo paso horas y horas
mirando el techo

o sea que
no sé hasta cuando estaré sereno
porque la calma ya no da abasto

hay que confiar y yo confio
que no hay mal que dure
cien años


(Mario Benedetti)