sábado, 24 de noviembre de 2012

"Cántico espiritual" (fragmento), de san Juan de la Cruz

ESPOSA:
¡Apártalos, amado,
que voy de vuelo! 

ESPOSO: 
Vuélvete, paloma, 
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma, 
al aire de tu vuelo, y fresco toma. 

ESPOSA: 
¡Mi amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos; 

la noche sosegada,
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora;

nuestro lecho florido,
de cuevas de leones enlazado,
en púrpura tendido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado!

A zaga de tu huella,
las jóvenes discurran al camino;
al toque de centella,
al adobado vino,
emisiones de bálsamo divino.

En la interior bodega
de mi amado bebí, y cuando salía,
por toda aquesta vega,
ya cosa no sabía
y el ganado perdí que antes seguía.


(San Juan de la Cruz)

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