jueves, 5 de abril de 2012

"La otra posibilidad", de Erich Kästner

Si hubiéramos ganado la guerra,
con rumor de olas y rugido de tomenta,
Alemania ya no se podría salvar,
y parecería un manicomio.

Se nos domesticaría con notas musicales
como a una tribu salvaje.
Al llegar los sargentos, saltaríamos
de la acera y nos cuadraríamos.

Si hubiéramos ganado la guerra
seríamos un estado orgullloso.
Y hasta en la cama apretaríamos
las manos contra la costura del pantalón.

La mujeres deberían parir niños.
Un niño al año. O a la cárcel.
El Estado necesita niños como conservas
y la sangre les sabe a zumo de frambuesa.

Si hubiéramos ganado la guerra,
el cielo sería nacional.
Los curas llevarían charreteras
y Dios sería general alemán.

La frontera sería una trinchera.
La luna sería el botón de un soldado raso.
Tendríamos un emperador
y un casco en vez de cabeza.

Si hubiéramos ganado la guerra,
todos seríamos soldados.
Un pueblo de cretinos y afustes.
¡Y por todas partes alambradas!

Se nacería siguiendo órdenes.
Porque los hombres son bastante baratos.
Y porque sólo con cañones
no se ganan las guerras.

La razón estaría encadenada.
Y la llevarían a todas horas ante los jueces.
Y habría guerras como operetas.

Si hubiéramos ganado la guerra -
¡afortunadamente no la hemos ganado!


(Erich Kästner)

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