en que, no pasa
nada
y no hay listas de cosas-por-hacer
tal vez por medio instante
la prisa del tránsito se detiene.
El zumbido del Debo ser, Debo ser, Debo ser
se desacelera hasta callar,
y ya ni se mueven las blancas cortinas de algodón.
(Marie Howe)
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